miércoles, 18 de julio de 2012

terapia.

Hace un par de meses empecé a ir a terapia.

Se me juntó todo. Pero lo que dije fue la razón para ir fue mi fobia . Y a partir de allí he trabajado otras cosas.

Vayan a terapia, si ayuda.

Mi terapista es un señor que habla español. Superamable.

Courage. 

Discutimos que en español aunque suena a "coraje", la traducción sería más como "valor". Pero me dice "pero si necesitas enojo, que el miedo te empuje a enfrentarlo... no a correr"

(también salió que yo suelo alejarme de todo lo que me da miedo).

Tengo ejercicios para la ansiedad, para dormir bien, para poner atención. Ejercicios para enfrentar lo que no me gusta.

Yo he visto mejoras pequeñas en mi. En mi ansiedad. En reprogramarme a no correr, enfrentar las cosas.

Viene al caso porque llegando a trabajar había una señora cucaracha (no pequeña, no flaquita, una de esas horribles normales). en la entrada.

Entré, dejé mi mochila y salí con un insecticida para hormigas que está en las oficinas (a sabiendas de que pues debe ser un veneno mucho más leve). La perseguí un ratito llenándola de veneno... salió una de las jefas y me acompañó (también noté que les tiene miedo). El pinchi bicho empezó a correr hacia nosotros. Lo llené con más veneno (alguien me va a regañar por como huele el pasillo) y se terminó medio muriendo escondiéndose en otro laboratorio donde no hay nadie.

Dejé el insecticida, fui al baño y me lavé las manos. Me vi al espejo y en noticias más felices me gusta mucho mi pelo el día de hoy.

Me senté en mi lugar a llorar un poquito. Por miedo sí, pero ya sin sentir la culpa de que no puedo enfrentarlo. Y para ser honesta siento también un poco de enojo jajaja.

Mi terapeuta estaría orgulloso de mi, lo que me recuerda que tengo que hacer otra cita pronto.

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