sábado, 26 de mayo de 2012

Sobre el reconocimiento y el agradecimiento.

Ayer discutía y salió que necesito que se me reconozcan las cosas.

Discutía con alguien que insiste en que no necesita reconocimiento para sentirse bien consigo mismo... que la razón de DAR es DAR. (hubo hasta referencias bíblicas, y de hecho el catolicismo premia al sacrificio... eso todos lo sabemos), pero eso no significa que mi intención al dar sea funesta o que quiera engrandecerme... simplemente estoy tan saturada de pendientes que no tengo tiempo para hacer cosas por los demás que me van a terminar haciendo daño. (cualquiera que sea).

Trataré de explicarme: cuando detecto ingratitud me duele (porque la misma sensibilidad con la que decido hacer un paro me lastima cuando no se toma en cuenta) y muchísimas veces me hubiera ahorrado el dolor al no hacer nada por los demás.

Me pasó un ejemplo hoy (un ejemplo pendejo pero ilustrativo). Destiné el centro de mi día para hacer un favor (de esos paros que pueden durar horas). No hice ejercicio para estar lista a tiempo. La persona al último (a la hora que se supone que iba a llegar) avisó que iba a llegar tarde. A la nueva hora acordada resultó que no necesitaba mi ayuda después de todo. Y tan tan.

Y sentí feo (digo, no le voy a retirar la palabra ni otro futuro favor ni a la persona -que estoy segura ni cuenta se dio-, pero acepto que sentí feo).

Y objetivamente si desde el principio al pedirme el favor, yo hubiera dicho "estoy muy ocupada" (que lo estoy) lo único que hubiera sido diferente es que mi día hubiera sido mio, habría hecho ejercicio y no hubiera sentido feo (porque de todos modos no requirió mi ayuda).

Si creo en sacrificios pero también en recompensas... si sacrificas algo (tuyo) la recompensa debe ser tuya.
¿Sacrificar a alguien por recompensa tuya? es culero y sociópata... ¿Sacrificarme a mi misma por alguien más?  Lo estoy sacando de mi sistema. Y creo que es el quid de mi vida en estos momentosY creo que me está orillando a aislarme en muchos sentidos (que tampoco está padre... pero ¿qué tanto estoy dispuesta a sufrir por algo que no está a mi alcance resolver?). (quizás por eso decidí no tener hijos).

A lo mejor me estoy volviendo peor persona. A lo mejor SÍ SOY EGOÍSTA.

Pero la vida es muy corta y maravillosa como para que me duela ser buena persona en general. No quiero dejar de ser buena persona, no quiero que se me quite esa empatía (ni creo que se pueda la verdad). Simplemente quiero que no me duela cuando no sirve, o ahorrar esfuerzos cuando no vale la pena.

Y si acepto que no estoy dispuesta a cambiar mis prioridades por nadie

acepto que el único control que tengo es sobre mi, y nada más sobre mí.
que las decisiones que tomo me van a hacer crecer (o no) a mi,
que no es trabajo de nadie más mi felicidad,
(ni curarme de mis traumas, mis miedos,
ni alcanzar mis logros),
si el tomar lo bueno y malo de mi vida en mis manos porque yo y sólo yo voy a experimentarlo, vivirlo y respirar sus consecuencias.

Entónces SÍ, SOY EGOÍSTA. Y no voy a luchar contra eso, y no va a volver a dolerme que me lo digan.

Es mi vida, nada más tengo una. ¡Y hay tanto por hacer!

2 comentarios:

  1. Me sonaste tanto a mi en muchos puntos. Yo creo que la vida es mía, porque no sé si tengo más y no pienso desperdiciar ésta.

    Creo que no debo sacrificarme por nadie más, pero aún así lo hago. He llorado mucho por eso. En especial los últimos días, no sé qué hacer.

    YoSabina

    ResponderEliminar
  2. Adoradísima YoSabina:

    El sacrificarse es una decisión, y el sufrir también. A mi me ha tomado AÑOS (y depresiones y lágrimas) solamente entenderlo. Es un proceso... y no es fácil.

    Te mando un abrazo y toda mi buena vibra. Solo espero que el camino que elijas sea el tuyo. Dentro de todos mis laberintos, es el único consejo que te puedo dar. Porque es lo único que siempre me ha hecho feliz.

    ResponderEliminar